domingo, 11 de marzo de 2018

Caperucita y el otro / Te quiero, zorra / Corazón de arpía, de Francisco Nieva





Según indican los nuevos creadores, el rojo es tendencia. Se impone como el color indiscutible de la temporada. Supone una apuesta segura con la que conseguir impactar.



Así, con ese tono vibrante, intenso, atrevido y atemporal que a nadie deja indiferente, nos sumamos a esta insinuante propuesta para vestir de radiante actualidad a la protagonista de la Tertulia, la archiconocida "caperucita". Y sin duda, apostamos con acierto, porque el personaje en cuestión ni pasó desapercibido ni tampoco defraudó. Eso sí, lejos de la ingenuidad de esa frágil pequeña que todos recordamos en aquella mítica fábula de nuestra infancia, Francisco Nieva nos sorprende con una "Caperucita y el Otro" adulta, casi feroz; describe a una mujer de "rompe y rasga" que, inmersa en el laberinto de los deseos, se adentra en el peligroso bosque de las pasiones hasta dejarse perder en él.



Los fuertes ingredientes mezclados en el guión aderezaron el talante de los comentarios y opiniones. Todo dispuesto para degustar un apetecible "3 en 1" servido en forma de trilogía, como plato fuerte y principal. Amena la reunión y sugerente el argumento. Una tarde de contrastes salpicada de curiosidades  varias, retratadas por un experimentado anfitrión con sobradas tablas en este arte, que contribuyeron a poder conocer y saborear el teatro de Nieva en estado puro. Más teniendo en cuenta el enlace argumental planteado entre la mencionada obra y otras dos del mismo autor: “Te quiero zorra" y "Corazón de arpía".



Creando continuidad en la lectura de todas, se consigue conexión en la trama. Progresivamente, se percibe como el rojo inicial que caracteriza a Caperucita gana en intensidad y a medida que afloran sus instintos más básicos y primarios, sufre una inesperada transformación en Zoe. Se produce en el personaje una mutación, un “fantástico y brutal" cambio físico que le hace perder forma humana y adquirir rasgos salvajes. Cuando sus impulsos se convierten en irrefrenables no hay vuelta atrás, lo animal vence sobre lo racional. Desde este momento, la evolución va en aumento y culmina con la aparición de la mujer arpía, una figura cargada de erotismo y gran atractivo sexual. La alegoría toma una dimensión grotesca y transgresora que, a la vez que atrapa, crea un sentimiento de repulsa y rechazo. Todos estos elementos unidos a la constante simbología mitológica y mágica contenida en el texto, permiten una lectura rompedora y no convencional, que me resultó tan chocante y entretenida como incomprensible, por momentos.



Haciendo repaso del texto, me planteo qué porcentaje de estos tres rocambolescos personajes se oculta y late en nuestro interior y me pregunto hasta qué punto conviene huir de la discreción y elegir un peculiar estilo de vida "animal print” o si es preferible seguir luciendo ese tradiciónal atuendo que llena y bloquea nuestro fondo de armario.



En cualquier caso, si como apuntaba al principio de este comentario el rojo supone un reto arriesgado, aunque acertado, este será sin duda el color elegido para asistir como espectadora a la próxima representación. Por supuesto, es obligado evitar el amarillo, como es de rigor y marca la tradición. ¡Ea!...  EA Teatro, me refiero, con su innovadora y personal puesta en escena nos dará todas las claves para un mejor y completo entendimiento, sin olvidar algo esencial tanto en la comedia como en la vida: ¡EL DIVERTIMENTO!

IRENE

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