lunes, 19 de enero de 2015

La fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa

 

Vargas Llosa - La fiesta del ChivoEn cierta ocasión, unos periodistas estadounidenses le preguntaron al dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo qué pensaba que ocurriría en su país cuando él ya no estuviera. La respuesta fue:

- Primero, el caos; luego, los americanos; después… otro peor que yo.

Desde luego, la respuesta retrata al personaje, un tirano egocéntrico y megalómano, que gobernó durante 31 años la República Dominicana ejerciendo un poder absoluto en todos los ámbitos y reprimiendo con gran crueldad cualquier conato de resistencia.

La novela de Vargas Llosa gira en torno a la fecha del 30 de mayo de 1961, día en que Trujillo fue asesinado (o ajusticiado). El autor desarrolla tres tramas, perfectamente engarzadas:

Por un lado, Vargas Llosa nos cuenta el último día de la vida de Trujillo desde el punto de vista del dictador. Se nos muestra cómo pensaba, con qué desprecio trataba a las personas, incluso a sus más allegados colaboradores, y se aprovecha para dar un repaso retrospectivo a la época histórica de su mandato.

Una segunda trama nos presenta a los conjurados, en especial, a los autores materiales de la muerte de Trujillo. Mientras asistimos a la tensa espera, la noche en que emboscaron al tirano, Vargas Llosa nos presenta a cada uno, y nos da a conocer los motivos de cada cual para participar en la conspiración.

La tercera trama tiene como protagonista a Urania Cabral, hija del senador Agustín Cabral, leal colaborador de Trujillo, caído en desgracia poco tiempo antes del asesinato del “Jefe”. Ya en la década de los 90, Urania vuelve a Santo Domingo, a donde no ha vuelto desde 1961. Por boca de Urania, conocemos, al tiempo que su tía y sus primas, los terribles motivos que la hicieron marcharse del país.

Vargas Llosa maneja con gran maestría estos tres planos, utilizando la técnica de múltiples perspectivas, para dejarnos un retrato bastante completo de la época trujillista y del asesinato del dictador.

No se trata de una novela histórica, aunque está muy bien documentada, y la mayor parte de lo que cuenta son sucesos históricos. Por ejemplo, los personajes de Urania Cabral y de su padre, son inventados, aunque, tras leer la novela, y conocer mejor el régimen trujillista, los creemos perfectamente posibles.

En resumen, se trata de una novela dura, porque Vargas Llosa no ahorra detalles en la descripción de crímenes y torturas, pero muy interesante y de gran calidad. Personalmente, creo que entra dentro de la categoría de novelas que no se olvidan con el paso del tiempo.