EN OTRA CLAVE
Entre
las estrofas de “La Vida es Sueño” dormita desde hace tiempo un poético marca-páginas
que lleva impresa esta anotación: “Un libro entrañable se puede leer como las
notas de una melodía”. Cierto es que, en adecuada sintonía, Música y Literatura
conforman una misma partitura y, al unísono, desprenden un mágico poder
liberador. Pues bien, leyendo esta novela a ritmo, como si de un pentagrama se
tratase, he tenido una inexplicable sensación de evasión, un escapismo que ha
traspasado las cuatro paredes que, debido a la circunstancias, me mantienen
sitiada. ¿Simple imaginación o pura magia? Quizá por ello (y animada por una
compañera de esta Actividad que me sugirió participar con algún comentario
alusivo al contenido de la novela) decidí componer algo diferente e iniciar un
peculiar recorrido expresado en Clave de Sol –ese añorado Sol que en la
Primavera de 2020 se empeña en brillar sin luz-.
Me
explico, al compás de 15 inolvidables títulos de canciones iré adentrándome en
“El Camino” de M. Delibes para destacar, en líneas generales, algunas notas del
texto que me resultaron interesantes. Mi intención es añadir un contrapunto
sonoro a las prolongadas horas de aislamiento para romper ese involuntario
silencio que, de forma repentina, ha insonorizado el ritmo habitual de nuestras
vidas, dando paso a una pausada reflexión. Abro, pues, este singular hemeroteca
musical para hacer un repaso de la narración, quizá de forma poco convencional
aunque espero, al menos, distendida.
MOMENTOS (Julio Iglesias).- En relación con ese regreso nostálgico al
pasado del pequeño protagonista que pone de relieve cómo somos reincidentes en
el error de valorar lo perdido cuando se escapa y se convierte en un tesoro
personal invaluable pero irrecuperable. Hemos de tener presente que en el gran
reloj se esconden partículas diminutas de arena, “momentos dorados” que en el
rápido discurrir del tiempo suelen pasar desapercibidas.
HIJO DE LA LUNA (Mecano).- Porque la oscuridad de la noche inspira y
mantiene expectantes los observadores ojos de “el Mochuelo”, quien mirando con
inquietud la llegada del nuevo día, echa la vista atrás, acurrucándose al
abrigo de sus recuerdos de infancia.
ENTRE DOS TIERRAS (Héroes del
Silencio).- En el sentido de enfrentarse
Daniel a una doble elección. Se debate entre el querer y el deber para
proseguir camino. Ha de decidir entre continuar sujeto al firme eslabón
familiar o soltarse de la cadena y aventurarse a construir su propio futuro.
SIN MIEDO A NADA (Alex Ubago).- Para describir ese impulso que lleva al
protagonista a romper con su timidez y armarse de valor para afrontar una nueva
realidad que, si por un lado le aporta motivación personal, por otro le crea
desasosiego al hallarse rodeada de incertidumbres.
LA CHICA DE AYER (Nacha Pop).- Como obligado guiño a sus amoríos platónicos,
acompañados siempre de inevitables batacazos; experiencias propias de esa
ingenua etapa en que vivir se reduce a un juego basado en un incesante
descubrir, en el que asumir riesgos no conlleva grandes fracasos, puesto que
las intrascendentes decepciones forman parte del entretenimiento.
EL SITIO DE MI RECREO (Antonio
Vega).- Estableciendo comparativa con
ese recorrido desenfadado que describe la novela; un trayecto salpicado de
anécdotas que contribuye a crear complicidad con el lector, el cual sintiéndose
identificado por momentos, al tiempo que lee consigue rescatar de su memoria
vivencias similares.
AQUELLAS PEQUEÑAS COSAS (J.M.
Serrat).- Pues desde un sencillo
argumento aborda cuestiones de relevancia, incluyendo a su vez una útil
enseñanza sobre el valor de lo inmaterial, aconsejando prolongar lo efímero
hasta convertirlo en algo tan duradero que puede parecer casi imperecedero.
CUÉNTAME UN CUENTO (Celtas Cortos).- Porque en el fondo, como niños que somos, nos
agrada que nos relaten cuentos y esta narrativa sencilla y cercana hace aflorar
los rasgos más tiernos que ocultamos bajo nuestra coraza de adulto. Y es que en
la vida real, al igual que sucede en los cuentos, anhelamos escuchar un final
si no feliz, al menos reconfortante.
ENTRE MIS RECUERDOS (Luz Casal).- Entre los confesados de Daniel y entre los
inconfesables nuestros; un amplio recordatorio en el que, inevitablemente, se
funden lo amable y lo dramático, como luces y sombras que iluminan y apagan de
forma intermitente los días y etapas que conforman todas las vidas.
UN PUEBLO ES (María Ostiz).- “Abrir una ventana en la mañana y respirar”,
recogía su estribillo y ciertamente las hojas de este libro desprenden a lo
largo de “El Camino” aroma a naturaleza y sabor a personajes forjados con la
rudeza propia del medio en que se desenvuelven. Caracteres toscos pero
impregnados de honestidad y con gran sentido del trabajo. Un entorno que va
modelando la personalidad del protagonista.
CIEN GAVIOTAS (Duncan Dhu).- Nuestro frágil “mochuelo” desea aprender a
volar pero teme abandonar su nido. Apropiada metáfora para simbolizar como,
cuando llega el momento, es conveniente desplegar alas (incluso contra nuestra
voluntad) sobrevolando nuevos horizontes que ofrezcan otro campo de mira.
¿QUÉ PASARÁ MAÑANA? (J.L.
Perales).- Este interrogante inquieta a
Daniel. Resulta curioso observar como desde temprana edad insistimos en
predecir el futuro, intentando conocer qué sucederá mañana. Lógico es mantener
nuestra mente en estado de alerta sobre futuras eventualidades pero sin crear
inoportuna alarma para evitar el riesgo de sufrir un bloqueo total que nos
impida avanzar. Ese es mi parecer. El suceder de los días irá despejando
incógnitas para decidir cuál es el camino más idóneo a tomar.
LIBRE (Nino Bravo).- En referencia a ese canto sereno a la naturaleza
del autor plasmado en bellas descripciones que alaban el mundo rural. Un
paisaje plácido que contrasta con ese talante crítico, también presente en el
texto, a la hora de denunciar las desigualdades sociales existentes. Intolerables
injusticias que restringen y limitan ese valor supremo e intrínseco al ser
humano llamado LIBERTAD.
ABRIL (Antonio Flores).- Un inolvidable mes aliviado por esta
agradable lectura, aunque a su vez marcado por lo acontecido en esta inverosímil
actualidad. Un atípico Abril gris y sin Feria que avanza imparable a golpe de
calendario anhelando, como agua de Mayo, encontrar un sendero más luminoso y
esperanzador.
Y finalmente como título 15…
QUINCE AÑOS TIENE MI AMOR (Dúo
Dinámico).- Una composición memorable y
un merecido guiño al mítico e inseparable dúo (ahora más cercano y aplaudido
que nunca), para hacer mención a esa franja de edad en la cual la vitalidad y
entusiasmo te llevan lejos con la imaginación, sin tomar conciencia de nuestra
vulnerabilidad ni vislumbrar los baches que encontraremos a lo largo del
recorrido y que pondrán a prueba nuestra capacidad de “Resistencia”.
Por
último, señalar que en este trayecto sonoro elegí intérpretes nacionales con el
mejor propósito. Quise hacer una incondicional apuesta por “lo nuestro” para
ofrecer emotivo apoyo a “Mi querida España”, como entonará tiempo atrás con
melódica voz la eterna Cecilia. Una España hoy tan querida como herida y a la
cual dedico entre líneas un instante de respetuoso silencio… y un simbólico “Ramito
de Violetas”, en sentido homenaje (como no podía ser de otra manera).
Hasta
aquí esta atípica composición a modo de comentario, acompañada de un cariñoso
saludo a todos los integrantes de “La Tertulia”. Una consolidada actividad que
desde sus inicios ha sabido conjugar con acierto dos premisas fundamentales
para caminar con buen tino, UNIÓN
y DIÁLOGO, una pauta indispensable en cualquier situación, más aún en momentos
de vital trascendencia. Porque expresado en lenguaje musical, enlazando con el
enfoque de este escrito, ambas constituyen la pieza maestra para conseguir
logros importantes con elogiables resultados.
Lo
cierto es que resultará muy complicado retomar la sintonía “Da Capo”, desde el
principio. Tendremos que aprender a reinterpretarla, innovando. Para
conseguirlo será imprescindible seguir leyendo y cantando la vida, quizá con
otra letra y a otro ritmo. Es preciso continuar andando “El Camino” por la
nueva senda que el futuro impone, tal vez con diferente paso y “EN OTRA CLAVE”.
El
esfuerzo se verá compensado y merecerá la pena porque es un Momento prodigioso
abrir los ojos cada día y poder comprobar cómo, pese a todo, “la vida sigue
siendo un sueño” que invita a despertar al calor de un Sol renovado, abrazados
a un alentador Amanecer.
Irene
P.D.
Disculpas por la extensión y todo lo mejor en este Curso de “LA TERTULIA” y en
los sucesivos.