jueves, 28 de noviembre de 2013

El túnel, de Ernesto Sábato


“… en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había
transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida…”
 
Está visto que no podemos leer dos libros seguidos medianamente optimistas ;-)
Después de reírnos y pasar un rato distendido con El abuelo que saltó por la ventana y se largó, nos enfrentamos a la angustia, la soledad y la desesperanza que impregna esta novela  psicológica de Ernesto Sábato.
 
El final es conocido desde la primera línea:
 
“Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne…”
 
En la novela, el protagonista, un pintor solitario, se obsesiona con María Iribarne mientras ésta contempla un cuadro suyo y se fija en un detalle que pasa desapercibido para el resto del público, y que el pintor considera primordial: una pequeña ventana por la que se ve una mujer contemplando el mar:
 
“Pero arriba, a la izquierda, a través de una ventanita, se veía una escena pequeña y remota: una playa solitaria y una mujer que miraba el mar.
Era una mujer que miraba como esperando algo, quizá algún llamado apagado y distante. La escena sugería, en mi opinión, una soledad ansiosa y absoluta.
Nadie se fijó en esta escena; pasaban la mirada por encima, como por algo secundario…”
 
Castel se obsesiona con María y no para hasta conocerla, pues piensa que el hecho de haber dado importancia a ese detalle de su cuadro quiere decir que son dos almas solitarias destinadas a encontrarse.
 
Sin embargo, su relación es tempestuosa, pasando de momentos de amor y complicidad, a discusiones por celos en las que Castel se muestra muy cruel con María, quien ya le había advertido que solía hacer daño a las personas que se le acercaban.
 
La novela es una historia de angustia y frustración. De desencuentro. De soledad y desesperanza. Pareciera que el autor quisiera transmitirnos la dificultad de que dos seres unan los túneles de sus vidas, de lo profundo de su alma, y consigan armonizar sus sentimientos de una manera duradera.
 



En el siguiente enlace de Wikipedia podéis encontrar una biografía de Ernesto Sábato:

http://es.wikipedia.org/wiki/Ernesto_Sabato

martes, 19 de noviembre de 2013

El abuelo que saltó por la ventana y se largó, de Jonas Jonasson



El propio autor describe esta novela como “inteligente y muy estúpida”:
 
 
Será lo que sea, pero el caso es que Jonasson ha vendido más de 6 millones de ejemplares en todo el mundo, contando las peripecias de este centenario que, al estilo de Forrest Gump, se las ha apañado para estar presente, sin pretenderlo, en muchos de los sucesos históricos del siglo XX. Estar presente… cuando no provocarlos directa o indirectamente.
 
La novela relata las aventuras de Allan Karlsson, quien, el día de su centésimo cumpleaños, decide huir de la residencia en la que vive internado. Por azar, roba una maleta repleta de dinero a un miembro de una banda criminal, lo que da pie a una disparatada huida en la que se irá encontrando con otros personajes no menos pintorescos.
 
En paralelo, Jonasson nos narra la inverosímil vida de este singular anciano, cuya filosofía  se resume en la frase:
 
“Las cosas son como son, y así seguirán siendo”
 
Su amor por el aguardiente, su desprecio por las ideologías y la política, su extremada cortesía y sinceridad, y sus conocimientos en explosivos completan la caracterización del personaje. El autor se sirve de Karlsson para recorrer la Historia del siglo XX en un tono de humor (el principal ingrediente de la novela), no exento de crítica.
 
Se trata de un libro ligero, entretenido, aunque, a mi juicio, decae bastante al final. Desde luego, consigue arrancarnos la sonrisa en ocasiones, aunque tampoco se puede decir que sea un libro hilarante. Para mí, ni tan inteligente, ni tan estúpido.