domingo, 6 de noviembre de 2011

"LA CONJURA DE LOS NECIOS" de John Kennedy Toole


Nos encontramos ante una novela que yo catalogaría como distinta y que a mí me ha sorprendido muy gratamente, se trata de “La conjura de los necios” escrita hacia 1962 por John Kennedy Toole.

John Kennedy Toole nació en Nueva Orleáns en 1937. Según parece tuvo una infancia algo complicada a causa del carácter de su madre. Fue un gran estudiante y tras graduarse en la Universidad de Tulane se licenció en Lengua Inglesa en la Universidad de Columbia. Pasó un año como profesor asistente de inglés en la Universidad de Luisiana. Después se fue a Nueva York trabajando como profesor en el Colegio Hunter. Intentó conseguir un doctorado en Columbia, pero fue reclutado por el ejército en 1961 y destinado a Puerto Rico, donde escribió su novela y sirvió dos años, entre otras cosas enseñando inglés a los reclutas hispanohablantes. Regresó a Nueva Orleáns y dio clases en el Dominican College. También trabajó una temporada en una fábrica de ropa masculina e incluso anduvo con músicos y trabajó como vendedor callejero. Muchos de estos escenarios aparecen en su novela que él mismo consideró tras escribirla “una obra maestra”. Presentó la misma a varias editoriales, pero ninguna se atrevió a publicarla diciendo, por ejemplo “que no trataba de nada”, cuando en realidad la razón sería que era posiblemente demasiado directa, descarnada y crítica. Estas negativas le hicieron caer en una fuerte depresión que lo llevó a la bebida, a descuidar sus actividades profesionales y a sentirse un completo fracasado, finalmente se suicidó en 1969 poniendo un extremo de una manguera en el tubo de escape de su coche y el otro en la ventanilla. Dejó una nota de suicidio, que fue destruida por su madre, Thelma Toole, quien consiguió que el escritor Walter Percy leyera la novela de su hijo, el cual se sintió rápidamente entusiasmado con ella que consideró genial, así consiguió su publicación en 1980, escribiendo él mismo el prólogo. Autor y novela recibieron en 1981 el Premio Pulitzer a título póstumo y el premio a la mejor novela extranjera en Francia en ese mismo año. Otra novela completa la producción de este autor, “La Biblia de Neón”, que escribió con 16 años y que siempre consideró demasiado juvenil para intentar publicarla. Al final vio la luz, gracias al éxito de la anterior, en 1989.

El título hace referencia a una cita de Jonathan Swift: “Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él”. El genio en este caso es un tipo muy particular, Ignatius J. Reilly (posible caricatura de su creador), uno de esos personajes que no se olvidan con facilidad, excéntrico y estrambótico y que a su pesar un buen día se ve obligado a buscar trabajo para poder pagar una deuda.
 “Sólo me relaciono con mis iguales, pero como no  tengo iguales no me relaciono con nadie” esta frase dicha por el protagonista, lo describe perfectamente. Ignatius es un inadaptado social, dentro de los parámetros de la sociedad en la que se mueve, donde para él los inadaptados son los demás. Dice vivir en un siglo que aborrece, vive a sus treinta años con su madre y se pasa el tiempo encerrado en su habitación, como una ballena varada, escribiendo en unos cuadernos marca “Gran Jefe” “una extensa denuncia contra nuestro siglo”. Ignatius es un tipo que da vida a todo el resto porque es único en su especie. Inteligente, ridículo, mentiroso, egoísta, glotón, sucio, auténtica “mosca cojonera” para todo aquel que se cruza en su camino. De hecho, creo que si nos lo encontráramos cara a cara probablemente nos consideraría unos degenerados, carentes de buen gusto y decencia, de teología y geometría.
Respecto al resto de los personajes cabe explicarlos con una pregunta que le hace el propietario de Levy Pants a su jefe administrativo Sr. González: “¿Dónde busca usted la gente que trabaja aquí? Nunca veo a gente como esta en ningún sitio” Y así es, yo nunca he visto personajes como estos en ningún otro sitio y ese es uno más de los encantos principales de la novela. Los diálogos son corrosivos a la par que desternillantes, reveladores de un excepcional dominio del idioma por parte del autor y de su coherencia para desarrollar y mantener la cohesión de las sucesivas acciones.

Es una novela disparatada, ácida y a la vez tremendamente inteligente, en la que Toole supo reflejar la sociedad que le tocó vivir en un tono burlón y crítico. Una tragicomedia donde las carcajadas aparecen más de una vez, pero también la amargura y la tristeza. Pienso que es una novela imprescindible de verdad para todo buen aficionado a la literatura, una novela que hay que leer con calma, disfrutándola en todo momento.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta historia se ha transformado en una "novela de culto" para algunos escritores y a mi humilde entender, creo que es un referente a la ironía y sátira que hoy inundan en los diálogos de los personajes en algunas series norteamericanas actuales. Lo que quiero decir es que las frases tan divertidas e inteligentes que los actores repiten, son escritas por guionistas que seguramente han leído y releído La conjura de los necios y, ampliando un poco mas, creo que hasta Matt Groening, el creador de los Simpson lo debe tener como libro de cabecera. Es una pena que un genial escritor como Kennedy Toole se haya suicidado sin dejar mas obras escritas.
Tarsicio Molle

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Tarsicio

Anónimo dijo...

Para mi Ignatius Reilly es una mezcla de Simpson y Torrente.
Me ha gustado, pero a mi corto entender, le sobran unas cuantas páginas al final pues se repite mucho.
He disfrutado y ningún personaje tiene desperdicio vease:
su madre, Darlene y la cacatua, Jones, el patrullero Macuso, santa....
Reme M.

Antonio Majano Soto dijo...

Antes de opinar sobre la novela, me gustaría decir que, aunque firmar los comentarios no es obligatorio y en el blog se permiten comentarios anónimos, creo que es mejor saber de quién es cada opinión. Así se puede contestar sabiendo a quién se responde. Ahí dejo la sugerencia ;-)

Sobre "La conjura de los necios", tengo que decir que estoy de acuerdo con lo dicho por Nieves, Tarsicio y Reme. Ya solamente el personaje de Ignatius sería suficiente para leerla, pero es que, además, está muy bien escrita. La prosa está llena de sarcasmo y acidez. Los personajes secundarios adquieren una gran relevancia (¿pero hay alguno que sea "normal"?).

Por si fuera poco, la trama principal y las distintas subtramas se engarzan perfectamente, influyendo unas en otras, al principio sin que los personajes sean conscientes, y, a medida que avanza la historia, haciendo confluir a todos.

También me gusta la resolución: está claro que Myrna tenía que aparecer por algún lado, y está bien que Ignatius se vaya con ella ("Dios los cría y ellos se juntan", dice el sabio refranero). Uno no puede dejar de pensar qué catástrofes provocarán estos dos en Nueva York.

Angel dijo...

Estoy de acuerdo con lo que habeis opinado sobre "La conjura de los necios" es una novela divertida y triste, amarga y ácida y sobre todo inteligente.
El personaje de Ignatius J. Reilly resulta tan cómico como patético y en muchos pasajes dan ganas de estrangularlo; su pensamiento apoyado en la filosofía de Boecio tiene cierto paralelismo, con perdón, con las reflexiones de D. Quijote, también influenciado por la lectura de libros de caballerías.
En definitiva es una gran novela. Una lástima que su autor no la viera publicada, quizá por lo cruel que es con esa sociedad sureña. Aunque una vez reconocida por un autor con prestigio, todo resultó afortunadamente más fácil.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Anónimo

Tarsicio

Diente de león タンポポ dijo...

Estoy de acuerdo con todos los comentarios que habeis hecho, sobre todo me ha hecho gracia la comparación con Simpson y Torrente de Reme. También me recuerda a un personaje de EL JUEVES: Silvio José. De hecho, creo que este personaje es una copia de Ignatius. Os recomiendo que le echeis un vistazo.

He disfrutado leyéndola.

Un abrazo. Toñi